La mayoría de enfermedades en el ser humano se producen, permanecen y prosperan en él, cuando en el organismo se presentan condiciones de acidificación, las cuales son el ambiente propicio para acoger, anidar y sostener diferentes gérmenes patógenos (bacterias, parásitos, hongos y virus) que agreden tejidos y células sanas.

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La acidificación o acidez es un descuadre del pH natural del organismo y esto se da, principalmente, por el estrés; también por respirar aire contaminado de smog o de emisión de motores, por el consumo de nitritos (de los embutidos) y de otros conservantes de alimentos, por la ingesta de carnes rojas o blancas de animales engordados con anabólicos y hormonas, por la alimentación con vegetales fumigados con químicos tóxicos, por el abuso de bebidas alcohólicas, cigarrillo y drogas alucinógenas, por el empleo consuetudinario de medicamentos, etc.